Lo único lindo del lugar es la terraza en el medio de la ciudad. La gastronomía y el servicio es de pésima para abajo. Demoras extremas entre el pedido de comida y que llegue la misma.
En una casona de 1900, desde hace ya siete años, funciona un restaurant- bar con una propuesta de comida Italo-Porteña.
Un lugar único en Buenos Aires, para desayunar, almorzar, tomar un té completo o cenar a la carta. Además es Pet y Bike Friendly. WI-FI.