Carta original con opciones baturras como fideua y cocas. El servicio es muy bueno, la comida no es mala, pero el lugar es tan amplio e iluminado que te sientes en un VIPS nice. Nada extraordinario.
Los calamares dejan mucho que desear, me gustan más los de ordizia, país vasco y bueno las croquetas de Boqueria en Londres son mil veces mejor. Aquí poca consistencia y poco jamón.
El lugar esta increíble, pero la comida deja mucho que desear. El sabor español esta perdido. El servicio, para la cantidad de camareros, es malo. Yo lo recomendaría para tomar una copa y moverse.