El trato por parte de los bartenders es mamón, distante, lo hacen más de a huevo, pero el verdadero problema es que lavan con mucho jabón sus vasos de cerámica y el sabor prevalece ¡aguas allí!
El lugar es pequeño, barato, con bien servicio y con un concepto "diferente". La repostería, el café y el chocolate, no me parecieron lo mejor...😕...me decepcionó un poco, la verdad...no regresaría..