Pintoresco lugar en una linda parte de la Narvarte. Los chilaquiles son muy ricos y los paquetes de desayuno son ideales, con precios módicos y buen servicio. Recomendable para un desayuno de sábado.
Café para conocedores de las bebidas, no simples mortales como yo. Muchísima variedad, probé el americano con menta y me fascinó. La comida también es rica.