La terraza está de poca madre... la comida no les importa, aunque les gusta hacerle a la mamada. Si los comensales supieran que los dueños son regios y pendejean a los chilangos, nadie regresaba.
La comida y el servicio son buenos, el lugar agradable y los precios exagerados. Un corte va desde 500 hasta los 1800. Lo que pagas aquí es la ubicación.