La comida es buena y abundante, tiene su toque grasoso. Cuando yo fui ya que estábamos terminando, otro comensal muy ebrio empezó a comportarse de una manera inapropiada.
Bajaron la calidad de las alitas. La comida la sirvieron fría al parecer por la omisión del mesero que aparte no fue nada atento. Dan preferencia a extranjeros y niegan las mesas muy constantemente.
Qué triste que la deshonestidad tanto del gerente como sus empleados hagan que nunca regresemos. Robaron un iPhone y en complicidad con la empleada, se negó a regresarlo y mostrar el video.
Soy cliente pero en temporada alta parece que sus empleados tuvieran la consigna de priorizar a los extranjeros e incluso niegan las mesas en la entrada descaradamente, el mesero igual actitud.