En la cadena se tardan mucho en pasarte y te quitan los cigarros. Adentro, esta muy pequeño, carísimo (un shot $170), se atasca de gente horrible y la música es solamente electrónica.
Una inmundicia de lugar. El personal, que exige propina x toda parte de SU TRABAJO, se siente más importante que los propios clientes. Está lleno de niños, si te sientes adultoscente, adelante en ir.