La comida es muy rica, el lugar es muy bonito, la atención es excelente y es pet friendly. Pude cenar con mi familia y mi perro golden retriever y la pasamos genial en esa atmósfera con luces ámbar.
La comida es deliciosa y tanto el servicio como el lugar son muy buenos. Si quieren info de los platillos hablen con la dueña porq luego los meseros no saben los ingredientes y no lo admiten.
45 minutos para apenas traer las bebidas no es slow food, es una grosería para los clientes. La comida es buena pero queda opacada por el pésimo servicio.
La comida es muy rica, aunque para el desayuno no hay mucha variedad. El servicio es un poco lento, y el área de fumadores muy pequeña, pero vale la pena!