La comida es riquisima. El ambiente muy artístico, es todo bello por doquier y la músicafrancesa de fondo la frutilla del postre para un muy lindo barcito en la costa de zona norte con vista al rio.
Tardan años PERO la comida es buena. Te pregunta qué proporción de café querés en el cortado. Las tostadas tienen la justa crocancia, no son galletitas duras. Lo único malo es esperar. 😴
Estuvimos 1 hora y media esperando que llevaran la comida a la mesa, tres veces le preguntamos a los meseros, solo el segundo nos dijo que “ya está viniendo”, nunca llegó nada, nos fuimos. Nunca más.