Excelente café irlandés, cervezafría y una atención brindada por el personal de este lugar que te transporta 50 años atrás en el tiempo. Un clásico de San Francisco que no te puedes perder.
Me gustó la proporción, el sabor y la rapidez con la que llegó el pedido. Aunque me sentí ignorado todo el tiempo mientras esperaba, habría sido bien un: "buenos días, ¿desea ve la carta?" Al menos.
A une encablure du cable car et du port, le café attire du monde… qui boit de l’irish. On le produit en série là-bas. Mais il est très moyen en fait! 😕