Un local más espacioso que el original con la misma carta de tostadas y café a la que aquí han añadido vino y cerveza. Me encanta el chai latte y la tostada de queso y fresas.
Para el café está bueno, pero para el trabajo y los estudios, la música es muy alta, lo que hace la gente hablar más alto todavía, ademas la área que llaman “work” es oscura como una caverna.