Lugar irónico y hasta absurdo. Gym y hamburgueseria. Haces ejercicio con el olor de la parrilla todo el tiempo. Vas por hamburguesas y necesitas lavarte las manos tienes que ir al del gym.
Decoración esmerada, servicio rápido, pero el sabor de una buena hamburguesa es la CARNE y en este lugar parece que es la que venden pre-elaborada para freír o asar, invito a mejorar su carne.
Pese a todo lo que le ponen sigue siendo como que mucho pan. Además de que la carne parece ser la que ya viene preparada para asar o freír. No están mal, pero no son nada del otro mundo. Hay mejores.
Decepcionada. La hamburguesa se te desparrama, no tiene buen sabor. Y pedí un daikiri que mas bien era un smothie simple de mango. Además no dan acompañamiento con la hamburguesa, y su precio es caro.
No me gusto porque el sabor de la carne es malo (congelada), el sarten mmmm (algo pretencioso), el picante de cacahuate me gusto pero no se si va con el concepto. Incomodo porque esta junto a un gym