Todo riquísimo y el trato inmejorable. Recomiendo (y mucho) los tacos al pastor, la cochinita pibil y los nachos con queso y guacamole. Todo casero y la dueña, Teresa, un encanto.
Comida muy buena, la cochinita pibil y la flauta de papa y guacamole están muy ricas, los nachos me gustaron menos aunque estaban aceptables. El trato es muy bueno. El local es muy pequeño.