El bufette cuesta $95 consta de una entrada ya sea chilaquiles o nachos, y de ahí una variedad de pancakes dulces y salados, menú a la carta: ensaladas, pambazos, baguette, bebidas frías y calientes.
Buen concepto. El servicio, terrible, la calidad, buena el precio adecuado las cantidades ridículas. Entras al infierno, no hay ventiladores ni circulación de aire. Bufete de waffles no lo recomiendo.