En su carta ya no tienen ramen ni okonomiyaki. Platos como el ceviche o el yakiniku sobresalen por encima del sushi, y otros platos típicos. Precio un poco caro, compensado por un amable servicio.
No sé si fuimos en mala ocasión, pero me esperaba algo más. Evidentemente los tatamis son una buena atracción, y el ambiente es agradable, pero la comida es normalilla y el trato no muy paciente.
Nada de otro mundo. Por este precio se puede comer sushi mucho mejor. No es que estaba mal sino que sí quieres gastar 50€ es mejor que vayas por ejemplo a Toyo o a Kibuka.