Un hotel único pensado para que disfruten niños y mayores, una experiencia única que vale la pena tener al menos una vez en la vida y que deja huella. La sonrisa de unos hijos lo vale todo.
Muy funcional, cómodo y perfecto para disfrutar con los peques. No tienes que estar pendiente por si rompen algo ¡el hotel está pensado para ellos! Y el personal es encantador