Local agradable, muy limpio, auténtico y con buena comida. Son amables, no hacen esperar y atienden muy bien en general. La comida es buena, en raciones justas, muy tradicional y sabrosa. Repetiremos!
Inaugurado en el año 1950, en la actualidad lo dirige la segunda generación. Su cocina se basa en productos frescos de temporada que adquieren en el próximo mercat de La Concepció.