Haber desayunado aquí, me llevó a recordar la gran Barbacoa de Hidalgo, para ser exactos, la de Zimapán... Consomé muy bueno, barbacoa exquisita, salsa borracha buena y buenos complementos.
Muy mal lugar para ir a almozar, pésimo para ir a comer y pésimo para almorzar con RESERVACIÓN. La atención es MUY deficiente, la comida carece de sabor, las meseras y cocineras son MUY, MUY LENTAS.
Llegamos a las 12 y nos dieron mesa e hicimos nuestro pedido pero desafortunadamente no pudimos probar la barbacoa porque "ya no había" pues resulta qué hay que hablar antes para apartarla.
Pésimo servicio o mejor dicho nulo, llegamos nadie atendió, casi 10 personas de servicio y 20 mins, llegó otra familia y enseguida los atendieron, nos paramos y nos fuimos, parece que ni se enteraron