Los precios me parecen elevados para ser garnachas y además no incluyen IVA en sus precios de la carta. El pozole parecía agua de calcetín. Ni cerca de robar mi corazón.
Muy rico todo, pero tengan cuidado al pagar fíjense bien los billetes que dejan porque el mesero reclama que uno no paga completo cuando si se pagó bien.