La comida y la atención son excelentes. La mejor calidad-precio de la zona. Para desayunar las enfrijoladas son un must. Si en la comida hay oportunidad de pedir chiles rellenos o mole, aprovechen.
Para desayunar, mi favorito es los chilaquiles bien crujientes. La comida siempre cambia, enfocada en platillos mexicanos tradicionales con sazón de casa. Buen valor por tu dinero.