La calidad de la comida es muy buena. Tiene un concepto mas tranquilo, ideal para ir a conversar. Eso sí, el servicio en cuanto a rapidez, deja que desear. Conviene ir de noche en vez de al almuerzo.
La masa de la pizza es muy suave y sabrosa, no es ni dura ni elastica para cortarla. Los ingredientes sobre la masa, seleccionados con esmero y de muy buena calidad. La atención muy cordial.
Buenas pizzas, ricos postres y cálido ambiente. Un poco pequeño el espacio, pero es una opción tranquila si es que no quieres ir a algo más concurrido como el tío tomate.
La pizza rica la ensalada también aunque chica por el valor. La atención es lenta peroné lo tomé con paciencia por que creo que esta en marcha blanca. Hay que darle un tiempo.
Uno va por las pizzas y en ese sentido este restorant excede mis expectativas. Lo que anda mal es el tiempo de demora y la carta (que según yo no tiene todos los tragos que hay y ese estilo de faltas)
Las pizzas son INCREIBLES, la atención buena, pero costó que llegara. Lo que lo hace espantoso es el ruido: acústica cero y además música "de fondo" que lo hacía más insoportable aún.
Se sienten muy bien los sabores de la pizza Romaria. La pizzapancetacabra no tiene sabor ni a queso de cabra ni a tocino... no tiene ninguna intensidad en los sabores.