La comida es buena. Es un poco mejor estar dentro que en la calle. Sobre todo cuando hace frío fuera. El servicio es como el coche de Alonso. A veces no llega, a veces llega tarde. A veces llega roto
Política extraña que prohíbe el uso de computadoras en las mesas, a excepción de una pequeña barra circular en una columna, por demás incómoda. Todo lo demás está bastante bien.