Hay pocas opciones en la carta y ayer que fui 4 platillos no los tenían disponibles. Los meseros muy distraídos. Lo poco que probé bueno, espero mejoren su servicio. No tenían vino por copeó.
Pedimos queso cabrales, trajeron manchego. "Oiga, este no es cabrales." Que sí es, según ellos. Los cócteles regulares. Postres ricos. Al final la cuenta carísima. En la barra no caben los platos.
Venimos a celebrar un cumpleaños, 20 personas, cada quien cenó por su cuenta porque los platos salieron a destiempo y unos ni salieron. Porciones pobres y nada del otro mundo. No volvemos!